viernes, 15 de mayo de 2015

Lugares Comunes


El amor es para siempre

Fernando. Un maduro profesor universitario argentino. Aferrado a sus ideales sociales de siempre. Casado de toda la vida con Liliana, una catalana, mujer fuerte, su perfecto sostén. Ellos viven en Argentina, pero tienen un hijo casado, Pedro, con dos niños, en España. Las diferencias entre las dos generaciones resultan manifiestas: Fernando cree firmemente en la utopía de la justicia social; Pedro es un hombre de hoy, que vive al día, que bastante tiene con sacar adelante a los suyos. El film describe cómo afronta Fernando el otoño de su vida, que coincide con la etapa a veces traumática de la prejubilación. Ésta se hace soportable gracias a la esposa cercana, que adivina que algo no va, que sabe sacrificarse.
La película realiza un cuadro perfecto de un matrimonio que ha sabido mantener joven su amor, a pesar del transcurrir de los años, donde la esposa sabe adivinar lo que le ocurre al marido con una simple miradita. Acostumbrados a tanto film superficial que describe amores basados sólo en la pasión y en el atractivo físico, sorprende Lugares comunes, que muestra con hondura las bases sólidas sobre las que se asienta el afecto verdadero, que tiende a ser duradero.

El final de las utopías
La dificultad por implantar los ideales sociales que uno siempre ha defendido. Y en medio del desengaño, las emociones sencillas, el apoyo de los más cercanos, los seres queridos. Estas ideas revolotean en Lugares comunes. Los ideales, que se simbolizan con ingenuidad en un número, 1789, año de la Revolución Francesa, quizá no se realicen; pero no hay que derrumbarse, sino mantener la cabeza alta.
Amor joven
Amor joven
El film realiza un cuadro perfecto de un matrimonio que ha sabido mantener joven su amor, a pesar del transcurrir de los años. Acostumbrados a tanto film superficial, que describe amores basados sólo en la pasión y en el atractivo físico, sorprende Lugares comunes, que muestra con hondura las bases sólidas sobre las que se asienta el afecto verdadero, que tiende a ser duradero.