sábado, 28 de febrero de 2015

Estereotipos y técnicas de aprendizaje en niños autistas.

 ¿Qué son exactamente las estereotipias?
Según Sambraus(1) se puede definir una estereotipia como un modelo o patrón fijo, en una conducta que se produce de una forma determinada, con connotaciones de anormalidad y que siempre cumple tres características:
  1. El modelo o patrón conductual que se produce siempre es morfológicamente idéntico.
  2. Se repite constantemente de la misma forma.
  3. La actividad conductual producida no va dirigida a ningún objetivo
Y en autismo encontraremos un larga lista de conductas repetitivas, desde las antes comentadas de aleteos de manos, saltos, balanceos a mirarse la mano o tocarse el pelo o taparse las orejas aunque no haya ruido, el golpearse de forma ritual, canturreos acompañados de movimientos rítmicos,…., en fin, una gran diversidad.
No vamos a entrar en detalle en la descripción de las estereotipias y sus modalidades, no obstante, es conveniente no confundir tics con estereotipias. Y hay que ser consciente de que el consumo de antipsicóticos puede hacer aparecer -como un efecto secundario no deseado- tics, en caso de que su hijo consuma un fármaco antipsicótico y su hijo empiece a mostrar tics, acuda urgentemente a su médico.
Aunque algunos autores afirman que las estereotipias son de por vida, cada día que pasa vemos como esta afirmación pierde fuerza, vemos como a medida que los niños crecen pueden ir perdiendo total o parcialmente estas estereotipias o stimming, como se las conoce en inglés. Pero también podrá darse la situación contraria, es decir, que en vez de desaparecer aumenten en frecuencia e intensidad y/o en variedad.


Pero, ¿por qué el niño tiene estereotipias?
Hay varios aspectos, por una parte aspectos puramente sensoriales, como por ejemplo:
  • Ante una sobreestimulación, el llevar a cabo una estereotipia ayuda al niño a regular esa sobrestimulación de tipo puramente sensorial. De forma que no llegue al punto de la saturación.
  • Por lo contrario, es decir, por hipoestimulación, de forma que la estereotipia le ayuda al niño a regular u obtener la respuesta sensorial que busca.
  • Otra está relacionada con el dolor, el niño se golpea repetidamente (cabeza, cuerpo, piernas,…), como una forma de reducir la sensación de dolor. Se cree que esta autoagresión provoca la liberación de betaendorfinas en el cuerpo, que ocasiona una sensación de anestesia o placer, y por tanto de regulación del dolor.
También se las relaciona con aspectos emocionales, ante una alegría intensa o una situación que provoque excitación en el niño, muchos de ellos dan saltitos mientras aletean con sus manos (por ej.), o justo con lo contrario, con emociones negativas, estas pueden también conducir a estimulaciones acompañadas de autoagresiones (sin que tengan nada que ver con lo que comentamos previamente sobre la regulación del dolor). También las usan como una forma de auto-regulación emocional, como el bebé que se chupa el pulgar y se calma.
También se suele relacionar el caminar de puntillas con una estereotipia, y aquí nuevamente iríamos a los aspectos puramente sensoriales. Esta forma de caminar de puntillas, forzando la postura, parece generar un mayor nivel de estímulos a nivel propioceptivo que generan una sensación agradable, como podría ser el caminar sobre arena.
Y también habrán casos donde existirán estereotipias que finalmente tenga una base conductual, aunque quizá el origen no lo fuese.

Entonces, ¿son buenas o malas?
Realmente las estereotipias pueden jugar en contra del desarrollo del niño, interactúan de forma negativa en las situaciones sociales, interfieren en procesos de aprendizaje, generan una sensación inadecuada de los estímulos y pueden conducir a autoagresiones continuadas. Pero también pueden servirnos como un indicador en niños preverbales, ya que nos puede alertar de que algo no va bien a nivel físico por ejemplo, un dolor determinado o un malestar. Aunque si un niño preverbal dispone de algún sistema de comunicación, este indicador vía estereotipia no es útil más que como una vía de afianzar lo que el niño comunica.
Hay momentos también donde se combina una estereotipia con un ensimismamiento, donde el niño por ejemplo toma un cordel o un pañuelo y lo agita mientras lo observa. A veces es una reacción de protección ante una situación no agradable para el niño. Obviamente va en su contra, ya que no usa herramientas funcionales para evitar ese tipo de situaciones o para comunicar adecuadamente qué le produce desagrado.

 

  Técnicas de aprendizaje

 
Los niños autistas logran desarrollar ciertas habilidades conductuales gracias a las técnicas de aprendizaje ideadas con ese fin. Conozcamos 3 de ellas:


  • Técnica de imitación.  Los niños deben emular el comportamiento del terapeuta. Utilizan la observación para lograrlo.
  • Economía de fichas. Así se le denomina a la cantidad de puntos que el niño va acumulando si responde correctamente a las indicaciones del terapeuta.
  • Contrato de contingencias. El objetivo es motivar la buena conducta en el niño otorgándole un premio. Ejemplo: El especialista ordena al niño sentarse y este lo hace, entonces recibirá un dulce.
El autismo presenta distintos niveles, por lo tanto el trabajo terapéutico estará dirigido a desarrollar sus habilidades y cubrir sus necesidades.